Estos movimientos de protesta nacieron como contestación para una aspiración política (a una mayor libertad y democracia) como de reivindicaciones sociales (en respuesta a la pobreza, la injusticia y la corrupción). El 11 de marzo de 2011, ocurrió un terremoto de magnitud 9 con epicentro en el Océano Pacífico, a 130 kilómetros de la península de Ojika, Japón, y con una profundidad de 10 kilómetros; horas después, un tsunami golpeó las costas de Japón.