En los años 1950 la Real dejó de ser el equipo ascensor para vivir durante algo más de una década de forma estable en Primera división. El 17 de marzo, Futre compareció para anunciar que abandonaba el club por incompatibilidades profesionales con el presidente, tras dos años sacando al club de la ruina deportiva. El 16 de marzo, el Atlético afrontaba un partido vital contra el Celta en el Vicente Calderón, toda vez que se encontraba empatado a puntos con el equipo gallego en la lucha por los puestos europeos.